Guillermo Vilas fue más que un número uno sin corona oficial: fue esfuerzo, fue lucha, fue estilo. Le mostró al mundo que el tenis argentino podía ser potencia, que la disciplina y el amor propio vencen cualquier ranking. Hoy, el paso del tiempo y su salud lo invitan a otro tipo de batalla, más silenciosa, más íntima. En esta conversación con Osvaldo Salvadores, Guillermo no se detiene en el pasado glorioso, sino que lo usa como plataforma para hablar del presente y del sentido de lo vivido.
Porque en el Segundo Tiempo, los trofeos no pesan… lo que pesa es haber sabido vivir. Y seguir aprendiendo, incluso desde el silencio.
En la Fórmula 1, nada se deja al azar. Cada curva, cada milisegundo y cada decisión son el resultado de preparación, estrategia y actitud.
En Segundo Tiempo creemos que la reconversión profesional funciona bajo la misma lógica: la velocidad sin control es accidente, y la evolución sin dirección es solo desgaste.
Así como un equipo de F1 afina el auto antes de salir a pista, quienes buscan un nuevo rumbo profesional necesitan detenerse, reflexionar y “afilar el hacha” para continuar el camino, entendiendo hacia dónde quieren ir, evaluar su contexto y ajustar su estrategia.
No se trata de frenar el crecimiento, sino de prepararse para acelerarlo con sentido.
En la pista, un piloto sabe que una carrera puede definirse por unas décimas. En la vida profesional, muchas veces un nuevo camino se define por una decisión.
La reconversión profesional implica preguntarse:
. ¿A qué velocidad puedo y quiero ir para llegar a mis metas?
. ¿Qué ajustes necesito hacer hoy para avanzar mañana?
Igual que en la Fórmula 1, no se trata solo de conducir: se trata de conducirse; adaptarse a la carrera sin perder la visión del podio, saber cuándo acelerar, cuándo levantar el pie y cuándo entrar a boxes para revisar la estrategia.
En Segundo Tiempo acompañamos a las personas en ese proceso, nada ocurre por casualidad, sino por causalidad: por la suma consciente de decisiones, aprendizajes y esfuerzo orientados hacia el futuro que queremos construir.
No importa en qué vuelta estés: siempre hay un Segundo Tiempo para volver a la pista con más claridad, más control y más propósito.
Michael Jordan no solo cambió la forma de jugar al básquet, cambió la forma de ser ídolo. Competitivo al extremo, icónico por naturaleza, su paso por la NBA dejó una marca imborrable en el deporte, en el marketing y en la cultura popular, pero más allá de la gloria, Michael también ha vivido la paradoja del mito: ¿cómo se sigue caminando cuando ya se tocó la cima? ¿Qué se hace con todo lo acumulado, dinero, prestigio, historia, cuando el juego ya no te necesita? En esta conversación íntima, Osvaldo Salvadores lo acompaña a explorar el lado menos visible del Segundo Tiempo: ese que no busca luces ni titulares, sino propósito y paz. Porque incluso los más grandes, también necesitan nuevos partidos por jugar.
Después de una carrera que marcó una era, Roger Federer continúa escribiendo su historia fuera de las canchas. Dueño de una de las trayectorias más admiradas del deporte mundial, hoy se sienta con Osvaldo Salvadores para conversar sobre cómo canalizar lo construido durante años, hacia el Segundo Tiempo. Más que reinventarse, se trata de continuar siendo: un profesional de la vida que honra lo que logró, disfrutando sin detenerse, creando sin presionarse, y dejando huella desde otro lugar.
Esta es una consulta que pone sobre la mesa una pregunta clave: ¿qué hacemos con todo lo que somos, cuando dejamos de ser lo que fuimos?